Ecuapop vuelve a las aulas después del puente (como miles de estudiantes), esta vez se dio cita en la Sección del IES Serra d'Espadà de Onda. El orientador, Antonio Molina, nos dio la bienvenida en la fría y lluviosa mañana del 9 de diciembre. Gracias a su organización, el alumnado de 3º y 4º de ESO que iba a ver nuestro documental ya había realizado las actividades de motivación de la guía didáctica; quizás por eso nos llamó la atención el silencio e interés con el que parecía que veían la película en su primera media hora (eso, o que empezamos a las 8 de la mañana). Decimos la primera media hora porque, coincidiendo con el momento en que el documental da la palabra a los alumnos de Bellas Artes de la Universidad Central de Quito, las primeras muestras de desinterés comenzaron a hacerse patentes. No obstante, cuando ya pensábamos que esta iba a ser la tónica hasta el final, la atención volvió a retomarse cuando Cristian y Paola expresaban sus dudas sobre su reencuentro. Esto nos hace pensar que quizás, los mecanismos de identificación que quisimos introducir en la peli, no funcionan tan mal, puesto que hay mucho más interés en la historia del joven que en los testimonios de personas que, por edad o procedencia, están más lejanos a ellos.
Tras la proyección, y conociendo la poca disposición de estos jóvenes a romper el hielo, expusimos nuestras motivaciones a la hora de hacer el documental y el aprendizaje que ello había supuesto, incidiendo en la necesidad de afrontar el fenómeno de la inmigración desde las emociones y la empatía. No hubo más participación por parte de la audiencia que la de una chica que había reconocido a un amigo suyo hablando en la película. Ah, y quería saber si el documental estaba en Internet (bueno, no es malo que alguien quiera saber cómo volver a verlo...)
Charlando con Antonio en la coqueta sala de profesores de un instituto que, por diseño, es poco acogedor, éste me comentaba que en la proyección había bastantes inmigrantes, hasta alguno de Ecuador, y que el centro necesitaba de este tipo de actividades para no pasar por alto las actitudes xenófobas que efectivamente se daban. Con ese objeto, tenían previsto realizar un debate en las clases, ya con sus profesores, para intentar cerrar el círculo de la actividad. Muchas gracias a Antonio y al resto de profesores interesados en ello. A partir de ahora, Ecuapop ya no es nuestro, es de todos y para todos los que quieran usarlo como herramienta para educar en valores.
Tras la proyección, y conociendo la poca disposición de estos jóvenes a romper el hielo, expusimos nuestras motivaciones a la hora de hacer el documental y el aprendizaje que ello había supuesto, incidiendo en la necesidad de afrontar el fenómeno de la inmigración desde las emociones y la empatía. No hubo más participación por parte de la audiencia que la de una chica que había reconocido a un amigo suyo hablando en la película. Ah, y quería saber si el documental estaba en Internet (bueno, no es malo que alguien quiera saber cómo volver a verlo...)
Charlando con Antonio en la coqueta sala de profesores de un instituto que, por diseño, es poco acogedor, éste me comentaba que en la proyección había bastantes inmigrantes, hasta alguno de Ecuador, y que el centro necesitaba de este tipo de actividades para no pasar por alto las actitudes xenófobas que efectivamente se daban. Con ese objeto, tenían previsto realizar un debate en las clases, ya con sus profesores, para intentar cerrar el círculo de la actividad. Muchas gracias a Antonio y al resto de profesores interesados en ello. A partir de ahora, Ecuapop ya no es nuestro, es de todos y para todos los que quieran usarlo como herramienta para educar en valores.
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